UNA HISTORIA DEL OESTE
Por Carlos E. Herrera
critica@cantv.net
Semanario: Todos Adentro
Diario: Últimas Noticias
Fecha de publicación: 3 de junio de 2006
La cartelera teatral presenta buenas alternativas de entretenimiento para los niños. Una opción esta siendo exhibida por Ensamble Teatral con su propuesta Una historia del Oeste, escrita a dos manos por Sergio Villamizar y Eduardo Gulino. Un espectáculo dirigido por Francisco Aparicio y que está en temporada en Escena 8, espacio que conforma una de las tres salas que del subcircuito teatral del este de Caracas.
Tomando como referencia las clásicas historias del lejano e indómito oeste, se armó un emblemático encuentro entre el bien (niños estudiantes y su maestra de escuela) y las fuerzas del mal (típicamente representados por vaqueros asaltantes de banco) pero replanteada para proponer desde el ángulo del género teatral infantil musical, un alegre como colorido divertimento que atrapó el interés de una chiquillería que, en la actualidad, se aferra al consumo de imaginarios algo estereotipados.
Quizás el tipo de recurso de lo que se cuenta como historia termine funcionándole más a los padres (mayores de cuarenta años) que a los infantes debido al masivo bombardeo de temáticas de ficción futurista imbuidas con referencias de sofisticadas tecnológicas o de argumentos donde aun pululan duendes, hadas gnomos e, incluso, argumentos donde lo ecológico es eje central y que es lo que más consume el infante. Sin embargo, Ensamble Teatral tomó el riesgo de asumir una trama que fue desechada por grupos y teatristas más apegados en estos tiempos a manejar argumentos más tradicionales. Este quedó enmarcado en el oeste norteamericano y aunque no sea del total manejo de la actual generación de párvulos, en el fondo personajes, situaciones y acciones son manejados con tino para dejar un positivo mensaje y exponer que cualquier fórmula es viable si existe rigor y creatividad en la propuesta final.
El esfuerzo de conjunto se afianzó en disponer un mensaje con asertiva disposición de todos los elementos que un buen espectáculo exige. De hecho se verifica un dúctil diseño escenográfico capaz de crear distintos espacios, buena juego lumínico, definición en el vestuario y sobre todo, atinada y acoplado trabajo actoral de todo el elenco tanto en lo coreográfico como en los niveles de composición de personaje que hace que el público salga satisfecho de esta divertida propuesta teatral. Ensamble Teatral sigue creciendo como grupo y ello lo expone en este espectáculo ¡Un aplauso en negro sobre blanco!
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