Palabras de Juan Carlos Azuaje en el TINTERO
Al principio Dios creó al mundo... más tarde, Gutemberg: la imprenta
Por: Juan Carlos Azuaje
Presidente del TIN
Fuente: TINtero : El teatro infantil en su tinta. Año 1, N° 1, Caracas, noviembre de 2004.
Hace más de 550 años que el amigo Gutemberg inventó la imprenta, una de las primeras publicaciones en el mundo se realiza con un pequeño préstamo financiero para acometer la idea de plasmar caracteres móviles e intercambiables y se conoció la Biblia, ahora de manera impresa a dos columnas y de "42 líneas", nuestro amigo alemán nunca recuperó el dinero y fue demandado por el usurero prestamista. Años más tarde y con otros prestamitos Gutemberg insiste con nuevas publicaciones y nos llegan de un famoso colofón las siguientes palabras: "...este libro no ha sido impreso con ayuda de cálamo, estilete o pluma, sino por la admirable armonía, proporción y medida de letras de molde, en el año 1460..."
La imprenta lleva a la quiebra a muchos escribanos y podríamos preguntarnos si el siglo XXI, materialmente computarizado, acabará con la imprenta. Pasamos por la relación cálida que se establece entre el lector y el papel, su fragilidad, lo llevo para acá... para allá, lo guardo, lo presto, lo recorto o bien lo pico para encender unos carbones... en fin el papel lo aguanta todo, hasta lo que se escribe y lo que queremos es comunicarnos.
TINtero también es producto de un prestamito y esperamos no ser demandados, entre otras cosas porque no pretendemos su recuperación económica sino la de encontrar un lugar para albergar y patentizar nuestra actividad, reconociéndonos en el maravilloso tránsito creativo de nuestro sector y entonces podríamos decir que estas ocho páginas y las que vendrán, no han sido impresas con ayuda de cálamo, estilete o pluma, sino por la admirable gallardía, pasión y vuelo creativo de los hombres y mujeres del teatro infantil de mi país, en el año 2004.
Por: Juan Carlos Azuaje
Presidente del TIN
Fuente: TINtero : El teatro infantil en su tinta. Año 1, N° 1, Caracas, noviembre de 2004.
Hace más de 550 años que el amigo Gutemberg inventó la imprenta, una de las primeras publicaciones en el mundo se realiza con un pequeño préstamo financiero para acometer la idea de plasmar caracteres móviles e intercambiables y se conoció la Biblia, ahora de manera impresa a dos columnas y de "42 líneas", nuestro amigo alemán nunca recuperó el dinero y fue demandado por el usurero prestamista. Años más tarde y con otros prestamitos Gutemberg insiste con nuevas publicaciones y nos llegan de un famoso colofón las siguientes palabras: "...este libro no ha sido impreso con ayuda de cálamo, estilete o pluma, sino por la admirable armonía, proporción y medida de letras de molde, en el año 1460..."
La imprenta lleva a la quiebra a muchos escribanos y podríamos preguntarnos si el siglo XXI, materialmente computarizado, acabará con la imprenta. Pasamos por la relación cálida que se establece entre el lector y el papel, su fragilidad, lo llevo para acá... para allá, lo guardo, lo presto, lo recorto o bien lo pico para encender unos carbones... en fin el papel lo aguanta todo, hasta lo que se escribe y lo que queremos es comunicarnos.
TINtero también es producto de un prestamito y esperamos no ser demandados, entre otras cosas porque no pretendemos su recuperación económica sino la de encontrar un lugar para albergar y patentizar nuestra actividad, reconociéndonos en el maravilloso tránsito creativo de nuestro sector y entonces podríamos decir que estas ocho páginas y las que vendrán, no han sido impresas con ayuda de cálamo, estilete o pluma, sino por la admirable gallardía, pasión y vuelo creativo de los hombres y mujeres del teatro infantil de mi país, en el año 2004.
0 comentarios