El viaje de ajo, Teatro infantil para padres
Por: Salvador Enríquez
Fuente: Teatroenmiami.com
Quizá por razones de edad o por carecer de hijos (y de nietos por la misma razón) no suelo asistir a funciones de teatro para niños. Y no es que las veces que he acudido me haya sentido incómodo, todo lo contrario: me alegra ver a los chicos pendientes de lo que pasa en el escenario, vivir las situaciones y hasta tomar parte activa en el desarrollo de la trama. Pienso que pueden ser los futuros espectadores de un arte milenario del que siempre se dice que está en crisis y siempre se mantiene, gracias a la ilusión de muchos, como medio de reflexión, de diversión, de evasión y de comunicación.
Entre unos y otros, los espectadores y los creadores, se celebra ese rito que, en ocasiones, tiene trampa: por medio de la risa se llega a la reflexión o, como en el caso de El viaje de Ajo, por medio del teatro para niños se hace teatro para padres. Me explico: una función infantil que mientras divierte a los chicos hace, inevitablemente, meditar a los padres.
Para seguir leyendo, vaya a:
TeatroenMiami.com
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Quizá por razones de edad o por carecer de hijos (y de nietos por la misma razón) no suelo asistir a funciones de teatro para niños. Y no es que las veces que he acudido me haya sentido incómodo, todo lo contrario: me alegra ver a los chicos pendientes de lo que pasa en el escenario, vivir las situaciones y hasta tomar parte activa en el desarrollo de la trama. Pienso que pueden ser los futuros espectadores de un arte milenario del que siempre se dice que está en crisis y siempre se mantiene, gracias a la ilusión de muchos, como medio de reflexión, de diversión, de evasión y de comunicación.
Entre unos y otros, los espectadores y los creadores, se celebra ese rito que, en ocasiones, tiene trampa: por medio de la risa se llega a la reflexión o, como en el caso de El viaje de Ajo, por medio del teatro para niños se hace teatro para padres. Me explico: una función infantil que mientras divierte a los chicos hace, inevitablemente, meditar a los padres.
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