FIESTA INFANTIL EN MOVIMIENTO
Carlos E. Herrera / Crítico Teatral
Correo-e: critica@cantv.net
16 de agosto de 2006
Séptimo día de la fiesta en movimiento y jolgorio que se emana desde varios puntos del Festival de teatro Infantil José G. Romero que copa la atención de gran parte de la ciudad de Puerto La Cruz (Edo. Anzoátegui) organizada por todos y cada uno de los miembros activos y jóvenes estudiantes nucleados bajo la Fundación Puertoteatro.
Debía un breve comentario a los colectivos que realizan la exigente técnica del universo de los títeres. Desde hace ya algunos días en lo que ha sido la diversidad programática de esta VIII edición del festival, tuve la excelente suerte de constatar el trabajo creativo y armónica compenetración artística del grupo neogranadino Asociación Pequeño Teatro de Muñecos que, provenientes de la ciudad de Cali (Colombia), han estado presentando en diversos espacios (Sala PDVSA; Sala Ricardo Lombardi y del grupo de Títeres Al Revés) así como en ámbitos especiales como el Hogar Adulto Mayor Tomás Moro su espectáculo El muchas patas volador el cual está inspirado en el cuento del escritor cubano, Onelio Jorge Cardoso.
Bajo la dirección artística de Gerardo Potes y secundado por Leonor A. Pérez se conforma una dupla que con desenfado escénico, ductilidad en la manipulación de los títeres, acoplado ritmo y entrega sincronizada, exponen la fábula de un joven cangrejillo que desea hacerse independiente y desconoce el valor del consejo de su viejo abuelo el cangrejo mayor. En su obcecada desobediencia y deseo de abrirse a la aventura se hallará con dificultades hasta encontrarse con una particular ave llamada Olococo, el cangrejito no solo podrá salvar su caparazón de los peligros del mar sino que adquirirá un preciado regalo: el poder volar. Con la sencillez y encanto de la palabra que crea situaciones, con la seducción de movimientos bien pensados, con títeres vistosos en su confección y bien manipulados, se arma una atmósfera encantadora que atrapa al más duro de los espectadores y lo impele a ser de nuevo un curioso niño alelado con las aventuras hiladas tras esta escenificación de El muchas patas volador.
Si bien la propuesta no agrega muchos elementos y por momentos parece estar en cierta medida algo monótona debido a no ahondarse el clímax y anticlímax, la capacidad de compromiso para ser lúdicos y proponer una efectiva comunicación con las decenas de receptores, es realmente muy buena.
Como colofón a esta entrega daré un fuerte reconocimiento a la solvente capacidad histriónica y dúctil versatilidad del artista Mister Mimo (Joel Medina) quien con su desenvuelta capacidad técnica, hábil manipulación gestual, corporal y evidentemente de manos- hace del ilusionismo, una carta extra en su repertorio de trabajo creativo generando en grandes y chicos, esa sensación de que la magia fluye por doquier. Joel Medina es, a carta cabal, un hombre de tablas. Su entrega se diversifica no solo actuando ante cientos de espectadores aglutinados en disímiles espacios sino que se ha verificado por años como entregado técnico que, tras bambalinas se ha sumado a muchas festivales y grupos que hacen vida teatral a lo largo del país, sumándose para que el hecho del arte teatral esté en su punto. ¡Si Joel Medina se clonara por mil, el teatro venezolano tendría siempre seguro el compromiso de no tener ningún cabo suelto! Su propuesta de El aprendiz de mago compromete al espectador a descubrirlo en su faceta didáctica y su desenvuelta manera de armar un todo sugestivo y magnético. ¡Un fuerte aplauso para él!
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Si desea conocer más sobr la labor de El pequeño teatro de muñecos, visite su página web:
http://www.telesat.com.co/ptmcasatiteres/
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