NUEVO INFORME DE LA OIT sobre trabajo infantil
Jueves 4 de mayo de 2006
EL NUEVO INFORME DE LA OIT MUESTRA UN ACUSADO DECLIVE DEL TRABAJO INFANTIL EN TODO EL MUNDO
SE PIENSA QUE SUS PEORES FORMAS PODRÁN ELIMINARSE EN 10 AÑOS
GINEBRA (Noticias de la OIT) El trabajo infantil, especialmente en sus peores formas, está por primera vez en declive en todo el mundo, anunció hoy la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un nuevo informe moderadamente optimista titulado La eliminación del trabajo infantil, un objetivo a nuestro alcance.
En el informe también se afirma que, si se mantuviera el actual ritmo de declive y continuara el impulso global para acabar con el trabajo infantil, sería factible eliminarlo en la mayoría de sus peores formas en el plazo de diez años.
La eliminación del trabajo infantil está a nuestro alcance, afirma Juan Somavia, Director General de la OIT. Si bien la lucha contra el trabajo infantil sigue siendo un desafío de enormes proporciones, estamos en el camino correcto. Podemos acabar con sus peores formas en una década, pero no debemos perder de vista el objetivo final de terminar con el trabajo infantil en su totalidad.
Según el nuevo informe, el número real de niños trabajadores en todo el mundo disminuyó en un 11 por ciento entre 2000 y 2004, y pasó de 246 a 218 millones.
Además, el número de niños y jóvenes de 5 a 17 años atrapados en un trabajo peligroso disminuyó un 26 por ciento, hasta llegar en 2004 a 126 millones, frente a los 171 millones de la estimación anterior. Según consta en el informe, este descenso fue incluso más pronunciado, de un 33 por ciento, entre los trabajadores más jóvenes, de 5 a 14 años.
Hace cuatro años, la OIT publicó el informe más completo hasta la fecha sobre trabajo infantil a escala mundial. Aplicando la misma metodología estadística empleada en dicho informe, la OIT concluye que se ha producido una disminución significativa del trabajo infantil desde entonces.
El informe atribuye la reducción del trabajo infantil a una mayor conciencia y voluntad política, y a medidas concretas, particularmente en el ámbito de la reducción de la pobreza y la educación masiva, las cuales han dado lugar a un movimiento mundial en contra del trabajo infantil.
Por medio de su Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), la OIT ayuda a crear una capacidad nacional para afrontar el trabajo infantil y a proporcionar asesoramiento político. Además, por medio de la acción directa, el Programa llegó durante el pasado decenio, a unos 5 millones de niños. Estas iniciativas han cumplido una importante función catalizadora, tanto en lo que respecta a la acción movilizadora como a la demostración de la forma en la que se puede eliminar el trabajo infantil.
A lo largo de los últimos cinco años, el IPEC ha ayudado a varios países a poner en práctica medidas de duración determinada para erradicar las peores formas de trabajo infantil. El informe apela a todos los Estados miembros que aún no lo han hecho a que adopten antes de 2008 planes de tiempo acotado. Según el informe, más de treinta Estados miembros de la OIT ya han fijado objetivos limitados en el tiempo con una fecha objetivo en torno a 2016, o incluso anterior, para abolir las peores formas de trabajo infantil.
A pesar de los considerables avances en la lucha contra el trabajo infantil, el informe también subraya grandes dificultades, sobre todo en la agricultura, que absorbe a siete de cada diez niños que trabajan. Otras dificultades son ocuparse de las repercusiones del VIH/SIDA sobre el trabajo infantil y establecer vínculos más fuertes entre el trabajo infantil y las preocupaciones relacionadas con el empleo juvenil.
El informe hace un llamamiento en pro de unos mayores esfuerzos nacionales, en los que deben intervenir las organizaciones que representan a empleadores y trabajadores, así como los gobiernos: los interlocutores que constituyen la OIT tripartita. Apela asimismo al fortalecimiento del movimiento mundial empeñado en convertir en historia el trabajo infantil. Según el informe, también ayudaría a erradicar el trabajo infantil el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas para 2015.
Tendencias regionales
De acuerdo con el informe, América Latina y el Caribe han experimentado la caída más rápida del trabajo infantil a lo largo del período cuatrienal. El número de niños que trabajan en la región ha descendido durante ese tiempo en dos tercios, y actualmente sólo trabajan el 5 por ciento.
El informe presenta a Brasil como ejemplo para ilustrar cómo los países pueden avanzar en la lucha contra el trabajo infantil. Las tasas de actividad en el grupo de edad de 5 a 9 años disminuyó en un 60 por ciento entre 1992 y 2004, y en un 36 por ciento entre el grupo, más numeroso, de 10 a 17 años.
Otro país donde el trabajo infantil se ha reducido de forma sustancial es México. Dado que la mitad de los niños de América Latina viven en México o en Brasil, estas reducciones son muy importantes, y dan fe de que el declive generalizado es una tendencia real.
Asia y el Pacífico también registraron un declive significativo del número de niños con actividad económica, según el informe. Sin embargo, dado que también disminuyó la población infantil, la reducción porcentual de niños que trabajan fue menos acusada. La OIT estima que ésta sigue siendo la región con el mayor número de niños de 5 a 14 años que trabajan: alrededor de 122 millones.
En el informe se afirma que Asia es un excelente ejemplo de cómo el compromiso político para reducir la pobreza y extender la educación repercute de forma notable en la erradicación del trabajo infantil. No obstante, el avance es irregular en las distintas partes del mundo.
Con el 26 por ciento de la población infantil, o casi 50 millones de niños que trabajan, la región del África subsahariana alberga la mayor proporción del mundo de niños que realizan actividades económicas. Según el Informe global, la conjunción de una tasa elevada de aumento de la población, una pobreza escandalosa y la epidemia de VIH/SIDA ha obstaculizado la lucha contra el trabajo infantil.
No obstante, hay indicios de progreso. Así, las matriculaciones en la enseñanza primaria aumentaron un 38 por ciento en la región entre 1990 y 2000.
El informe también hace referencia al movimiento internacional sin precedentes empeñado en llamar la atención del mundo sobre la difícil situación del continente, lo cual abre una ventana de esperanza a la lucha de África contra el trabajo infantil.
En este siglo XXI, no debería haber ningún niño víctima de la explotación o desempeñando un trabajo peligroso, afirmó el Sr. Somavia. A ningún niño se le debería negar el acceso a la enseñanza. Ningún niño debería estar obligado a esclavizarse para sobrevivir. Mantengamos el impulso. Optemos por seguir invirtiendo en la lucha por el derecho de todos los niños a su infancia.
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El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) es el mayor programa del mundo dedicado a erradicar el trabajo infantil, y constituye el principal programa operativo de la OIT. Desde su creación en 1992, la OIT ha invertido 350 millones de dólares, y en este momento el gasto anual es de unos 50-60 millones. Fuera de la estructura tripartita de gobiernos y organizaciones de empleadores y trabajadores, el IPEC colabora con otras instituciones, entre ellas empresas privadas, organizaciones de base, ONG, medios de comunicación, parlamentarios, judicatura, universidades, grupos religiosos y, naturalmente, los niños y sus familias. La acción nacional y de las comunidades es crucial para el éxito del IPEC. A través de las autoridades locales y los ayuntamientos, el IPEC puede llegar a los niños que trabajan en la economía informal y las PYME, que acumulan la mayor parte del empleo, y promover enfoques integrados para sacar a los niños del trabajo y meterlos en la escuela.
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1/ La eliminación del trabajo infantil, un objetivo a nuestro alcance, Informe global enmarcado en el seguimiento de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, informe ante la 95ª sesión de la Conferencia Internacional de Trabajo, Ginebra 2006.
Disponible en formato PDF para su descarga en http://www.ilo.org/declaration
2/ Nueve de cada diez Estados miembros de la OIT, en los que viven casi el 80 por ciento de los niños del mundo, han ratificado ahora el Convenio sobre las peores formas del trabajo infantil, 1999 (núm. 182), mientras que cuatro de cada cinco Estados miembros, con más del 60 por ciento de la población infantil mundial, han ratificado el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138).
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angelica maria -