NUEVAS TECNOLOGÍAS para los niños
Por: Anabella Rodríguez
Introducir al niño en el mundo artístico resulta una labor compleja si consideramos la diversidad cultural y económica de Latinoamérica. Así como existen niños que viven en contacto con la tecnología más actual desde su nacimiento, hay otros que no pueden acceder a una computadora, videojuegos, audiolibros, e-books o libros virtuales y ni siquiera encuentran libros con facilidad. Su educación se realiza con algunas fotocopias o los pocos textos que consiguen con la ayuda de otros (sea el Estado o una empresa privada), tal como lo afirma Raquel Barthe en Leer en pantalla: "Cada día se torna más evidente la crisis económica que alcanza vastos sectores sociales en toda Latinoamérica y, por lo tanto, cada vez es mayor el número de niños que no puede acceder en forma directa a la lectura de un libro.
Muchas veces, éste es sustituido por fotocopias o por la lectura realizada por el maestro y la escucha (no siempre atenta) de los alumnos. Y de esta manera, en el primer caso, la institución escolar maneja un peligroso doble discurso porque, por un lado, trata de inculcar valores mientras que por el otro, avala el delito -y lo justifica con la reprografía ilegal de textos. Además, la fotocopia empobrece la lectura al sacarla de su contexto. Y este soporte, tan económico y accesible, no sólo carece de contexto, sino también de paratextos, color y calidad. Entonces es difícil potenciar la capacidad lectora de los niños y despertar en ellos el placer de leer y la capacidad de una lectura plena, crítica y profunda. En la actualidad los libros se editan en diferentes soportes, entre los que se encuentran los eBooks, los audiolibros y los CD. El problema es que hay un desconocimiento generalizado acerca de estos nuevos soportes electrónicos y la mayoría de los docentes no tienen información ni han tenido contacto directo con este nuevo soporte del libro, aunque ya son muchas las escuelas que disponen de "salas de computación" para la enseñanza de la informática. Sucede entonces que estas salas de informática no son utilizadas en todo su potencial y por lo tanto permanecen cerradas fuera del horario de computación. Ni los maestros ni los bibliotecarios utilizan la riqueza de esta herramienta con fines didácticos o para el placer de leer."(2003, 2)
Este desconocimiento de las tecnologías puede alejar a los niños del mundo estético en algunos casos. Por un lado, los niños con pocos recursos económicos, carentes de libros y acostumbrados a libros escolares en fotocopias o deteriorados en algunos casos por ser de segunda o tercera mano, pueden alejarse del teatro y la literatura por no descubrir nada próximo a su realidad o por asociarlo con la "tarea escolar". Por otra parte, para los niños acostumbrados al mundo virtual y a los videojuegos, el teatro como una representación en un "mundo real" puede resultar "poco interesante" para algunos. Entonces cabe preguntarse: ¿Cómo el teatro puede integrar las nuevas tecnologías y acoplarse, también, a las crisis económicas que crean una desigualdad en la enseñanza de muchos países? Sin duda, la labor teatral se hace compleja cuando vemos que la noción de alfabetización y enseñanza ha variado en el mundo actual: "Emilia Ferreiro declara: La noción de alfabetización se define históricamente. Hoy los requisitos de alfabetización son complejos. Ya no basta con saber firmar, leer o escribir textos simples. Es necesario saber utilizar Internet, poder navegar y realizar procesos de búsqueda de información confiables y satisfactorios. Es preciso poder circular por distintos tipos de texto con facilidad. Estos nuevos requisitos suponen un lector que la escuela no está acostumbrada a formar" (2003,3).
En esta realidad, el teatro infantil que educa y divierte, se enfoca en las nuevas tecnologías para acercarlas a quienes no las tienen y comunicarse con quienes nacen con ellas. Entonces, la "labor social" del teatro infantil (entiendo "labor social", como la colaboración o concientización que una estética aporta a su sociedad para continuar su crecimiento propio en búsqueda de una mejoría colectiva e individual) también se dirige a esta "nueva educación" que exige el mundo actual, donde la tecnología se hace indispensable para el futuro del niño. Sin duda este tema tan amplio, puede resultar complejo e interesante, porque toca un punto crucial en el siglo XXI: la nueva sensibilidad estética que se ha creado con las tecnologías y las grandes desigualdades que se han acrecentado a nivel mundial por las distintas crisis sociales.
Bibliografía
BARTHE, Raquel (2003). "Leer en pantalla". En: El Mangrullo. Boletín dedicado a la literatura infantil y a la Lectura. Año 3
Número 35. Buenos Aires.
Introducir al niño en el mundo artístico resulta una labor compleja si consideramos la diversidad cultural y económica de Latinoamérica. Así como existen niños que viven en contacto con la tecnología más actual desde su nacimiento, hay otros que no pueden acceder a una computadora, videojuegos, audiolibros, e-books o libros virtuales y ni siquiera encuentran libros con facilidad. Su educación se realiza con algunas fotocopias o los pocos textos que consiguen con la ayuda de otros (sea el Estado o una empresa privada), tal como lo afirma Raquel Barthe en Leer en pantalla: "Cada día se torna más evidente la crisis económica que alcanza vastos sectores sociales en toda Latinoamérica y, por lo tanto, cada vez es mayor el número de niños que no puede acceder en forma directa a la lectura de un libro.
Muchas veces, éste es sustituido por fotocopias o por la lectura realizada por el maestro y la escucha (no siempre atenta) de los alumnos. Y de esta manera, en el primer caso, la institución escolar maneja un peligroso doble discurso porque, por un lado, trata de inculcar valores mientras que por el otro, avala el delito -y lo justifica con la reprografía ilegal de textos. Además, la fotocopia empobrece la lectura al sacarla de su contexto. Y este soporte, tan económico y accesible, no sólo carece de contexto, sino también de paratextos, color y calidad. Entonces es difícil potenciar la capacidad lectora de los niños y despertar en ellos el placer de leer y la capacidad de una lectura plena, crítica y profunda. En la actualidad los libros se editan en diferentes soportes, entre los que se encuentran los eBooks, los audiolibros y los CD. El problema es que hay un desconocimiento generalizado acerca de estos nuevos soportes electrónicos y la mayoría de los docentes no tienen información ni han tenido contacto directo con este nuevo soporte del libro, aunque ya son muchas las escuelas que disponen de "salas de computación" para la enseñanza de la informática. Sucede entonces que estas salas de informática no son utilizadas en todo su potencial y por lo tanto permanecen cerradas fuera del horario de computación. Ni los maestros ni los bibliotecarios utilizan la riqueza de esta herramienta con fines didácticos o para el placer de leer."(2003, 2)
Este desconocimiento de las tecnologías puede alejar a los niños del mundo estético en algunos casos. Por un lado, los niños con pocos recursos económicos, carentes de libros y acostumbrados a libros escolares en fotocopias o deteriorados en algunos casos por ser de segunda o tercera mano, pueden alejarse del teatro y la literatura por no descubrir nada próximo a su realidad o por asociarlo con la "tarea escolar". Por otra parte, para los niños acostumbrados al mundo virtual y a los videojuegos, el teatro como una representación en un "mundo real" puede resultar "poco interesante" para algunos. Entonces cabe preguntarse: ¿Cómo el teatro puede integrar las nuevas tecnologías y acoplarse, también, a las crisis económicas que crean una desigualdad en la enseñanza de muchos países? Sin duda, la labor teatral se hace compleja cuando vemos que la noción de alfabetización y enseñanza ha variado en el mundo actual: "Emilia Ferreiro declara: La noción de alfabetización se define históricamente. Hoy los requisitos de alfabetización son complejos. Ya no basta con saber firmar, leer o escribir textos simples. Es necesario saber utilizar Internet, poder navegar y realizar procesos de búsqueda de información confiables y satisfactorios. Es preciso poder circular por distintos tipos de texto con facilidad. Estos nuevos requisitos suponen un lector que la escuela no está acostumbrada a formar" (2003,3).
En esta realidad, el teatro infantil que educa y divierte, se enfoca en las nuevas tecnologías para acercarlas a quienes no las tienen y comunicarse con quienes nacen con ellas. Entonces, la "labor social" del teatro infantil (entiendo "labor social", como la colaboración o concientización que una estética aporta a su sociedad para continuar su crecimiento propio en búsqueda de una mejoría colectiva e individual) también se dirige a esta "nueva educación" que exige el mundo actual, donde la tecnología se hace indispensable para el futuro del niño. Sin duda este tema tan amplio, puede resultar complejo e interesante, porque toca un punto crucial en el siglo XXI: la nueva sensibilidad estética que se ha creado con las tecnologías y las grandes desigualdades que se han acrecentado a nivel mundial por las distintas crisis sociales.
Bibliografía
BARTHE, Raquel (2003). "Leer en pantalla". En: El Mangrullo. Boletín dedicado a la literatura infantil y a la Lectura. Año 3
Número 35. Buenos Aires.
2 comentarios
Raquel M. Barthe -
Hay muy pocos trabajos acerca del teatro, sobre todo el que se dedica a la infancia y la adolescencia.
Amerita un estudio y una investigación seria.
Gracias por tu preocupación y continúa desarrollando el tema.
RMB
bruno mateo -