EL TRABAJO INFANTIL EN ARGENTINA
Por ISMAEL BERMÚDEZ
Fuente: Diario Clarín
Aunque las leyes prohíben el trabajo de menores de 14 años, en el Gran Buenos Aires hay más de 100.000 chicos de 5 a 13 años que trabajan en la calle, sobre un colectivo o tren, con sus padres o familiares o directamente para un patrón. Y una de las consecuencias es la repetición y el fracaso escolar de esos menores, con sus consecuencias tanto para su formación actual como futura.
Así surge del detallado informe elaborado por el Ministerio de Trabajo y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ambas entidades divulgaron en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
El Estudio, basado en una encuesta especial realizada en el último cuatrimestre de 2004, marca que entre el 5 y el 9 % de los menores de 5 a 13 años declararon haber trabajado en las cuatro regiones donde se realizó la medición: Gran Buenos Aires, Mendoza, el Noroeste ( Jujuy, Salta y Tucumán) y Noreste ( Formosa y Chaco).
Pero la situación es más dramática si se considera sólo a los que tienen entre 10 y 13 años. En ese caso, "el porcentaje de trabajadores infantiles asciende abruptamente, con una incidencia que oscila entre el 8 y 15%", destaca el informe oficial.
Estos datos se pueden comprobar a diario con la cantidad de chicos que ofrecen limpiar los parabrisas o venden lápices o revistas en el subte o en los colectivos o directamente piden una limosna a los automovilistas a cambio de realizar alguna pirueta apenas el semáforo se pone en rojo.
La mayoría de los especialistas destaca que el trabajo infantil es una consecuencia de la pobreza en la que viven que obliga a esos menores a buscar ingresos para el hogar. De acuerdo a los últimos datos del INDEC, el 58,5% de los chicos que tienen entre 5 y 13 años viven en hogares pobres. Pero en el Gran Buenos Aires, la pobreza infantil en esas edades se eleva al 62,7%.
Por tratarse de la región más poblada del país, en el conurbano bonaerense viven 1,6 millón de menores de entre 5 y 13 años, de los cuales el 6,7% admitió estar trabajando. El informe oficial precisa que "en el Gran Buenos Aires llama la atención la relativamente alta proporción de niños que declararon trabajar por su cuenta". Y agrega: "esta forma más desprotegida de trabajo infantil se asocia a formas muy marginales de trabajo como la de mandaderos, vendedores ambulantes, cortadores de pasto, etc". Según el Informe, los datos más sobresalientes del trabajo infantil son:
- La proporción de niños trabajadores es mayor que la que corresponde a las niñas.
- El trabajo infantil más común es el realizado como ayuda a la actividad laboral de los padres u otros familiares. Pero en ciertas zonas tiene mucha incidencia el trabajo por cuenta propia o para un patrón.
- Uno de cada 4 chicos trabaja en "una situación clara de riesgo personal", como es el trabajo en la vía pública y en medios de transporte.
- La proporción de trabajadores infantiles es mayor en las áreas rurales que en las urbanas.
- En las regiones rurales uno de cada 4 chicos de 5 a 13 años realiza tareas vinculadas al autoconsumo, como el cultivo y cosecha de productos agrícolas o de huerta y cuidado de animales o construcción de vivienda propia.
- La repetición de grado o año de los niños que trabajan y que asisten a la escuela en un fenómeno "alarmante" ya que "una fracción que oscila entre la cuarta y la tercera parte sufrió ese fracaso escolar, con las consiguientes consecuencias para su formación actual y futura", dice el Informe. "En contrapartida, la proporción de repetidores es mucho más baja entre los niños que no trabajaron".
El Estudio de Trabajo y la OIT señala también que entre el 18 y el 31% de los adolescentes de 14 a 17 años, declararon haber trabajado. En Gran Buenos Aires, se destaca porque uno de cada 4 trabajadores entre esas edades realiza tareas nocturnas. También en esta franja de jóvenes el abandono escolar es mayor que entre los que no trabajan. Y en las cuatro zonas encuestadas entre el 39 y el 56% tuvo problemas de repetición escolar.
Fuente: Diario Clarín
Aunque las leyes prohíben el trabajo de menores de 14 años, en el Gran Buenos Aires hay más de 100.000 chicos de 5 a 13 años que trabajan en la calle, sobre un colectivo o tren, con sus padres o familiares o directamente para un patrón. Y una de las consecuencias es la repetición y el fracaso escolar de esos menores, con sus consecuencias tanto para su formación actual como futura.
Así surge del detallado informe elaborado por el Ministerio de Trabajo y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ambas entidades divulgaron en el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
El Estudio, basado en una encuesta especial realizada en el último cuatrimestre de 2004, marca que entre el 5 y el 9 % de los menores de 5 a 13 años declararon haber trabajado en las cuatro regiones donde se realizó la medición: Gran Buenos Aires, Mendoza, el Noroeste ( Jujuy, Salta y Tucumán) y Noreste ( Formosa y Chaco).
Pero la situación es más dramática si se considera sólo a los que tienen entre 10 y 13 años. En ese caso, "el porcentaje de trabajadores infantiles asciende abruptamente, con una incidencia que oscila entre el 8 y 15%", destaca el informe oficial.
Estos datos se pueden comprobar a diario con la cantidad de chicos que ofrecen limpiar los parabrisas o venden lápices o revistas en el subte o en los colectivos o directamente piden una limosna a los automovilistas a cambio de realizar alguna pirueta apenas el semáforo se pone en rojo.
La mayoría de los especialistas destaca que el trabajo infantil es una consecuencia de la pobreza en la que viven que obliga a esos menores a buscar ingresos para el hogar. De acuerdo a los últimos datos del INDEC, el 58,5% de los chicos que tienen entre 5 y 13 años viven en hogares pobres. Pero en el Gran Buenos Aires, la pobreza infantil en esas edades se eleva al 62,7%.
Por tratarse de la región más poblada del país, en el conurbano bonaerense viven 1,6 millón de menores de entre 5 y 13 años, de los cuales el 6,7% admitió estar trabajando. El informe oficial precisa que "en el Gran Buenos Aires llama la atención la relativamente alta proporción de niños que declararon trabajar por su cuenta". Y agrega: "esta forma más desprotegida de trabajo infantil se asocia a formas muy marginales de trabajo como la de mandaderos, vendedores ambulantes, cortadores de pasto, etc". Según el Informe, los datos más sobresalientes del trabajo infantil son:
- La proporción de niños trabajadores es mayor que la que corresponde a las niñas.
- El trabajo infantil más común es el realizado como ayuda a la actividad laboral de los padres u otros familiares. Pero en ciertas zonas tiene mucha incidencia el trabajo por cuenta propia o para un patrón.
- Uno de cada 4 chicos trabaja en "una situación clara de riesgo personal", como es el trabajo en la vía pública y en medios de transporte.
- La proporción de trabajadores infantiles es mayor en las áreas rurales que en las urbanas.
- En las regiones rurales uno de cada 4 chicos de 5 a 13 años realiza tareas vinculadas al autoconsumo, como el cultivo y cosecha de productos agrícolas o de huerta y cuidado de animales o construcción de vivienda propia.
- La repetición de grado o año de los niños que trabajan y que asisten a la escuela en un fenómeno "alarmante" ya que "una fracción que oscila entre la cuarta y la tercera parte sufrió ese fracaso escolar, con las consiguientes consecuencias para su formación actual y futura", dice el Informe. "En contrapartida, la proporción de repetidores es mucho más baja entre los niños que no trabajaron".
El Estudio de Trabajo y la OIT señala también que entre el 18 y el 31% de los adolescentes de 14 a 17 años, declararon haber trabajado. En Gran Buenos Aires, se destaca porque uno de cada 4 trabajadores entre esas edades realiza tareas nocturnas. También en esta franja de jóvenes el abandono escolar es mayor que entre los que no trabajan. Y en las cuatro zonas encuestadas entre el 39 y el 56% tuvo problemas de repetición escolar.
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