MAULLIDOS EN ESCENA
Por: CARLOS E. HERRERA
Fuente: Arumbear.com
La cartelera escénica infantil se nutre con buenas alternativas en este mes de Mayo. En el teatro Escena 8, el grupo Ensamble Teatral propone su espectáculo musical Gatos, simplemente gatos texto original de Carlos Ruttia y puesta en escena de Francisco Aparicio. La búsqueda argumental del autor incide en el punto de la discriminación y la inflexión sobre la soledad. Una fábula que discurre a través de las situaciones que van desarrollando un trío de gatos que, en una cierta época de sus vidas vivieron con tranquilidad hogareña y ahora ven como las mismas son trastocadas hacia el incierto con la presencia de nuevos y atractivos felinos de razas angora, siamés y persa que por medio de sus singulares atractivos seducen a los viejos dueños y empujan a desplazar a la calla a los gatos comunes.
De allí, el choque y las circunstancias y la revancha.
Al final, gatos callejeros y de raza verán que los valores que hilan la vida y comportamiento no deben apegarse ni sesgarse por una condición ni apariencias sino que deben de estar apuntalados en la mutua solidaridad de saber crear una sólida base existencial para vencer el viejo tema de la soledad. Esperamos que la dramaturgia de Ruttia siga manejando con más profundidad tanto temas como argumentos y apegarse a que las formas discursivas y los conceptos de fondo no se queden en lo meramente exterior.
Por ahora, esta pieza es un saludable intento que la aplaudimos pero esperamos siga decantando en beneficio no de lo espectacular sino de una manera de concebir nuevos canales de entender las viejas o nuevas ideas sobre un mundo en permanente cambio y que tanto el potencial lector / espectador (sea niño o adulto) lo reciba y haga positiva conexión con eso que es la realidad que aunque dura e inflexible puede ser tratada de forma amena y con visos de alegría y esperanza.
Gatos, simplemente gatos la califico como una propuesta teatral que divierte indistintamente al público sea este experto o neófito. Tiene su encanto y frescura muy particular. Es el producto de un colectivo humano y artístico sumamente serio como trabajador que ha ido creciéndose en los retos y sobre las exigencias del teatro comercial.
Gatos exhibido por Ensamble Teatral es la demostración de cómo se puede aspirar hacia lo grande y generar energías para mantenerse sobre las tablas fuese cual fuese el espacio. Esto lo han venido demostrado desde que estrenaron este montaje en los espacios de la Casa del Artista desde finales del mes de marzo hasta la fecha presente en el espacio de la Sala de Escena Ocho.
Gatos, simplemente gatos es un espectáculo que insinúa goce y juego interno que va más allá de cualquier postura a rajatabla de los reclamos de ciertos ortodoxos del teatro infantil sobre lo que se debe mostrar sobre la escena o sobre lo que algunos (incluido mi persona) piden críticamente deba ser respuesta a las demandas del tiempo actual para el teatro infantil venezolano. Es un montaje que es desenfadado y justo en su ser de producto.
Siento que grupo y montaje tienen gancho y espíritu. Logran divertirse e involucrar al público. Es un colectivo que se ha sabido montar sobre "el burro" del compromiso a fin de generar este "riesgo artístico" y de poner lo mejor de si para que haya una plausible factura de su producción -especie de fastuoso espectáculo al estilo "Broadway"- que podría ser revisada más en el fondo que en la forma debido a que se desaprovechan hasta cierto grado la incidencia de la plantilla actoral con los volúmenes escenográficos haciendo que ciertos elementos queden un tanto desaprovechados. También porque tanto su ágil coreografía (Adriana Calzadilla) como su pegajosa música se sienta algo superficial y porque la desenvuelta actitud interpretativa del grupo en total pudo haber sido más compacta de lo que es, es decir, sacar más fluidez y entrega de los actores medios y noveles en vez de centrar el esfuerzo compositivo sobre histriones - directivos cuya veteranía nadie pone en duda, pero que se les nota la pesadez de sus cuerpos a la hora de armar e interactuar situaciones y movimientos.
En todo caso, es un montaje donde vemos gatos "callejeros" y gatos de raza interpretando un periplo argumental y artístico derivado de la entrega de más de veinte actores ataviados con un particular vestuario y un insinuador maquillaje (Carlos Ruttia), con la coloratura de un diseño lumínico que enfatiza situaciones (Francisco Aparicio) y con atractivas canciones (Sergio Villamizar) generan dinamismo con el solo propósito de cohesionar un sentido global de escena que cree algarabía, especialmente en el niño espectador.
Ensamble Teatral sigue indagando y apostando por fabular y sustanciar su entendido de hacer teatro infantil. Su perspectiva no la calificaremos de buena o mala sino de consistente. Ellos lentamente van tomando una ruta que ahora al parecer esta teniendo norte hacia los linderos de lo grandilocuente. Es su fórmula y detrás de ella un grupo y su aventura de creer en el teatro infantil nos habla de una necesidad expresiva y escénica. Ojala sus búsquedas teatrales no se les vaya de las manos. Una cosa es pensar y hacer teatro con sentido de gran espectáculo y otra más difícil es saber satisfacer las expectativas del público que les sigue como de aquel que los confronta por vez primera y que en más de los casos está habituado a las distintas corrientes de calidad y esfuerzo escénico que se exhibe en otras agrupaciones. ¡¡¡El maullido de estos singulares gatos es que pensemos que se puede vencer a la soledad!!!
critica@cantv.net
Fuente: Arumbear.com
La cartelera escénica infantil se nutre con buenas alternativas en este mes de Mayo. En el teatro Escena 8, el grupo Ensamble Teatral propone su espectáculo musical Gatos, simplemente gatos texto original de Carlos Ruttia y puesta en escena de Francisco Aparicio. La búsqueda argumental del autor incide en el punto de la discriminación y la inflexión sobre la soledad. Una fábula que discurre a través de las situaciones que van desarrollando un trío de gatos que, en una cierta época de sus vidas vivieron con tranquilidad hogareña y ahora ven como las mismas son trastocadas hacia el incierto con la presencia de nuevos y atractivos felinos de razas angora, siamés y persa que por medio de sus singulares atractivos seducen a los viejos dueños y empujan a desplazar a la calla a los gatos comunes.
De allí, el choque y las circunstancias y la revancha.
Al final, gatos callejeros y de raza verán que los valores que hilan la vida y comportamiento no deben apegarse ni sesgarse por una condición ni apariencias sino que deben de estar apuntalados en la mutua solidaridad de saber crear una sólida base existencial para vencer el viejo tema de la soledad. Esperamos que la dramaturgia de Ruttia siga manejando con más profundidad tanto temas como argumentos y apegarse a que las formas discursivas y los conceptos de fondo no se queden en lo meramente exterior.
Por ahora, esta pieza es un saludable intento que la aplaudimos pero esperamos siga decantando en beneficio no de lo espectacular sino de una manera de concebir nuevos canales de entender las viejas o nuevas ideas sobre un mundo en permanente cambio y que tanto el potencial lector / espectador (sea niño o adulto) lo reciba y haga positiva conexión con eso que es la realidad que aunque dura e inflexible puede ser tratada de forma amena y con visos de alegría y esperanza.
Gatos, simplemente gatos la califico como una propuesta teatral que divierte indistintamente al público sea este experto o neófito. Tiene su encanto y frescura muy particular. Es el producto de un colectivo humano y artístico sumamente serio como trabajador que ha ido creciéndose en los retos y sobre las exigencias del teatro comercial.
Gatos exhibido por Ensamble Teatral es la demostración de cómo se puede aspirar hacia lo grande y generar energías para mantenerse sobre las tablas fuese cual fuese el espacio. Esto lo han venido demostrado desde que estrenaron este montaje en los espacios de la Casa del Artista desde finales del mes de marzo hasta la fecha presente en el espacio de la Sala de Escena Ocho.
Gatos, simplemente gatos es un espectáculo que insinúa goce y juego interno que va más allá de cualquier postura a rajatabla de los reclamos de ciertos ortodoxos del teatro infantil sobre lo que se debe mostrar sobre la escena o sobre lo que algunos (incluido mi persona) piden críticamente deba ser respuesta a las demandas del tiempo actual para el teatro infantil venezolano. Es un montaje que es desenfadado y justo en su ser de producto.
Siento que grupo y montaje tienen gancho y espíritu. Logran divertirse e involucrar al público. Es un colectivo que se ha sabido montar sobre "el burro" del compromiso a fin de generar este "riesgo artístico" y de poner lo mejor de si para que haya una plausible factura de su producción -especie de fastuoso espectáculo al estilo "Broadway"- que podría ser revisada más en el fondo que en la forma debido a que se desaprovechan hasta cierto grado la incidencia de la plantilla actoral con los volúmenes escenográficos haciendo que ciertos elementos queden un tanto desaprovechados. También porque tanto su ágil coreografía (Adriana Calzadilla) como su pegajosa música se sienta algo superficial y porque la desenvuelta actitud interpretativa del grupo en total pudo haber sido más compacta de lo que es, es decir, sacar más fluidez y entrega de los actores medios y noveles en vez de centrar el esfuerzo compositivo sobre histriones - directivos cuya veteranía nadie pone en duda, pero que se les nota la pesadez de sus cuerpos a la hora de armar e interactuar situaciones y movimientos.
En todo caso, es un montaje donde vemos gatos "callejeros" y gatos de raza interpretando un periplo argumental y artístico derivado de la entrega de más de veinte actores ataviados con un particular vestuario y un insinuador maquillaje (Carlos Ruttia), con la coloratura de un diseño lumínico que enfatiza situaciones (Francisco Aparicio) y con atractivas canciones (Sergio Villamizar) generan dinamismo con el solo propósito de cohesionar un sentido global de escena que cree algarabía, especialmente en el niño espectador.
Ensamble Teatral sigue indagando y apostando por fabular y sustanciar su entendido de hacer teatro infantil. Su perspectiva no la calificaremos de buena o mala sino de consistente. Ellos lentamente van tomando una ruta que ahora al parecer esta teniendo norte hacia los linderos de lo grandilocuente. Es su fórmula y detrás de ella un grupo y su aventura de creer en el teatro infantil nos habla de una necesidad expresiva y escénica. Ojala sus búsquedas teatrales no se les vaya de las manos. Una cosa es pensar y hacer teatro con sentido de gran espectáculo y otra más difícil es saber satisfacer las expectativas del público que les sigue como de aquel que los confronta por vez primera y que en más de los casos está habituado a las distintas corrientes de calidad y esfuerzo escénico que se exhibe en otras agrupaciones. ¡¡¡El maullido de estos singulares gatos es que pensemos que se puede vencer a la soledad!!!
critica@cantv.net
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