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TEATRIN VIAJERO

Bengala: ¡Dos luces! ¿Igual brillo?

<strong>Bengala: ¡Dos luces! ¿Igual brillo?</strong> Por: Carlos E. Herrera.
Fuente: El foro de occidente [Boletín electrónico]. Año 2, N° 12.-- Guanare, 23 de noviembre de 2004.

Otro colectivo dedicado a producir teatro para niños (y también en la modalidad de adultos) lo representa el Grupo Bengala, provenientes de la ciudad de Anaco, Estado Anzoátegui. Se presentaron a casa llena tanto en el Auditórium del Liceo Unda como en el espacio lateral del Teatro La Sede de la Cía. Regional del Edo. Portuguesa y mejor conocida como “La Perra que Llora” de Guanare.

En primera instancia, exhibieron dentro de la vitrina infantil, un hermoso y bien cuidado espectáculo titulado Filipo. Trabajado bajo el género del títere pero también adicionando distintas recursos y modalidades técnicas para armar una historia que gratificó a una entusiasta chiquillería que comprobó como una historia sustentada sobre el tema de la exclusión puede ser expuesta de manera clara, precisa, aleccionadora y hasta ¿por qué no? divertida.

Bengala es una emprendedora agrupación, que busca decantar como perfeccionar sus acciones creativas para lo cual prosiguen optimizando su acción de armar propuestas donde la eficacia y exigencia técnica tanto del títere de varilla, el títere de guante, los muñecos de pequeño y gran formato, el Bunraku así como otras fórmulas que puedan ser conjugadas con celo visual y soporte para armar un consistente empaque visual y artístico que sea visto de entrada por la recepción del espectador como un producto sobrio, decantado, colorido, pleno de detalles encantadores y con un sentido que vaya más allá de lo formal.

Con mi encuentro con su producción Filipo constaté dos cosas: primero, la persistencia profesional de este colectivo por atornillar la eficacia de sus producciones en todos sus aspectos formales externos e internos. Hay más pericia en la actividad del ejecutante, más acomodo y ordenación de las formas que integran la propuesta de espectáculo, más vistosidad y hasta más calor de teatro en la entrega de quienes llevan adelante el proyecto.

La segunda, quizás no la mejor; Bengala apela a una historia que limita los obstáculos del personaje Filipo a la hora de alcanzar sus objetivos; no hay dificultad mayor en la trama, se hace un tanto simplona y eso –para un cierto grupo de niños está bien, pero para otro quizás no-, por ende disminuye la potencia argumental. No basta llenar la línea de trama con situaciones un tanto calificable de “lugares comunes” sino enriquecerla con mayores riesgos en la construcción de lo central temático y densificar las líneas secundarias a fin de que la horma de lo que se cuenta se expanda, se enriquezca, se amplíe.

Bengala deberá pulir estos detalles en el manejo de lo que desea contar sobre la escena, decantar aún más la escogencia de los cuentos o dramaturgias que sientan serán atractivas a futuros espectadores. Sobre lo específico de su trabajo creativo, por lo menos en este trabajo quedó bastante claro, es decir, no siento que se le deba agregar más elementos de los que ya existen, quizás ahora la labor sea enfatizar la homogeneidad de lo discursivo argumenta. “Filipo” es un grupo que ya habla de sus creadores y no dice que ellos, (Bengala) han alcanzado madurez artística y profesional.

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