Argentina, Cuba y Venezuela dan muestra de su teatro
Por: Luis Alberto Rosas
Fuente: El foro de occidente [Boletín electrónico]. Año 2, N°9.-- Guanare, 20 de noviembre, 2004.
Entre el jueves 18 y el viernes 19 de noviembre, en la continuación de la XXII Edición del Festival Internacional de Teatro de Occidente, pudimos apreciar cinco montajes que ponen en la palestra al teatro latinoamericano. Distintas temáticas y formas de abordar el hecho teatral, permiten concluir que este festival realmente está en su mejor momento.
(...)
Los títeres de Kossa Nostra vuelven a hacer de las suyas
Sin embargo no todo lo venido desde el Sur ha resultado infeliz. Anoche en las instalaciones destinadas a los encuentros informales de este festival: La perra que llora subieron el telón de nuevo, los integrantes del colectivo Kossa Nostra conformado por Marcelo Reynoso y Federico Basko Ugalde, quienes volvieron a cautivar al público, esta vez con un espectáculo de muñecos para adultos. Ya habíamos apreciado el talento de estos virtuosos de la muñequería y ayer supimos confirmar sus habilidades escénicas en el manejo del elemento y la construcción de historias, esta vez remozadas de un doble sentido y un tono un poco más caliente adecuado para el público asistente a este espacio. La magia se produjo y como hipnotizados infantes los adultos aceptamos la propuesta de Kossa Nostra y nos dejamos llevar por la magia de volver a ser niños otra vez y ovacionar este derroche de talento y profesionalismo escénico.
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Venezuela no se queda atrás
El Auditórium José Vicente de Unda, sirvió de marco para mostrar la hermosa propuesta de Bengala, colectivo de teatro de títeres que llega desde el oriente del país (Anaco-Estado Anzoátegui) con su montaje Filipo, la historia de un niño que es execrado de su pueblo por sus diferencias físicas y la atribución de características fatales por parte de sus pobladores quienes creen que él les ha traído la desgracia.
Bengala como grupo de títeres ha realizado una encomiable labor en el interior de nuestro país, consiguiendo armar un sólido movimiento de teatro infantil en su región, amén de la demostración de su innegable profesionalismo fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, esta historia como resolución dramática del texto, aún puede revisarse, la misma creemos está adoleciendo de conflictos reales y trascendentes para el personaje principal, quien no consigue ningún obstáculo para ir tras sus objetivos.
Una revisión y adecuación de la estructura dramática de la pieza nos pondría frente a un gran espectáculo de muñecos.
Fuente: El foro de occidente [Boletín electrónico]. Año 2, N°9.-- Guanare, 20 de noviembre, 2004.
Entre el jueves 18 y el viernes 19 de noviembre, en la continuación de la XXII Edición del Festival Internacional de Teatro de Occidente, pudimos apreciar cinco montajes que ponen en la palestra al teatro latinoamericano. Distintas temáticas y formas de abordar el hecho teatral, permiten concluir que este festival realmente está en su mejor momento.
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Los títeres de Kossa Nostra vuelven a hacer de las suyas
Sin embargo no todo lo venido desde el Sur ha resultado infeliz. Anoche en las instalaciones destinadas a los encuentros informales de este festival: La perra que llora subieron el telón de nuevo, los integrantes del colectivo Kossa Nostra conformado por Marcelo Reynoso y Federico Basko Ugalde, quienes volvieron a cautivar al público, esta vez con un espectáculo de muñecos para adultos. Ya habíamos apreciado el talento de estos virtuosos de la muñequería y ayer supimos confirmar sus habilidades escénicas en el manejo del elemento y la construcción de historias, esta vez remozadas de un doble sentido y un tono un poco más caliente adecuado para el público asistente a este espacio. La magia se produjo y como hipnotizados infantes los adultos aceptamos la propuesta de Kossa Nostra y nos dejamos llevar por la magia de volver a ser niños otra vez y ovacionar este derroche de talento y profesionalismo escénico.
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Venezuela no se queda atrás
El Auditórium José Vicente de Unda, sirvió de marco para mostrar la hermosa propuesta de Bengala, colectivo de teatro de títeres que llega desde el oriente del país (Anaco-Estado Anzoátegui) con su montaje Filipo, la historia de un niño que es execrado de su pueblo por sus diferencias físicas y la atribución de características fatales por parte de sus pobladores quienes creen que él les ha traído la desgracia.
Bengala como grupo de títeres ha realizado una encomiable labor en el interior de nuestro país, consiguiendo armar un sólido movimiento de teatro infantil en su región, amén de la demostración de su innegable profesionalismo fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, esta historia como resolución dramática del texto, aún puede revisarse, la misma creemos está adoleciendo de conflictos reales y trascendentes para el personaje principal, quien no consigue ningún obstáculo para ir tras sus objetivos.
Una revisión y adecuación de la estructura dramática de la pieza nos pondría frente a un gran espectáculo de muñecos.
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